La Campaña Libertadora planeada por San Martín tuvo lugar en un contexto de conflictos internos y la amenaza de un ataque realista. Su plan, que requirió casi 3 años de preparativos, lo llevó a ser nombrado Gobernador de Cuyo, cargo que asume el 7 de Septiembre de 1814.
Sin descuidar la economía de la región, se ocupó de entrenar y equipar al ejército, que tendría base en El Plumerillo, a 5 km de la ciudad de Mendoza. Pero el dinero escaseaba, al igual que las personas, la región tendría alrededor de 40000 habitantes, la economía se había frenado ante el cierre de mercados chilenos y sobre todo, ante la apertura del comercio con Inglaterra.
El General Perón, en su libro "Apuntes de Historia Militar" dice: “El Ejército de los Andes fue creado de la nada, fue necesario fabricarlo todo y para ello dentro de la falta absoluta de medios”
Son muy conocidas las medidas para recaudar fondos, entre las que se incluyen donaciones, subas de impuestos y hasta confiscaciones a españoles. El mismo General renunciaría a parte de su salario en pos del esfuerzo bélico.
En cuanto a gobernador, se encargó de llevar adelante la salud, obras públicas, y la educación. Su rol de General lo llevaría además a organizar todos los aspectos del Ejército, tomando un papel central en la capacitación de sus oficiales y soldados. Si bien organizó la logística, también delegó ciertas áreas en personas que poseían el conocimiento necesario para llevarlas adelante.
El sector de sanidad fue conducido por el coronel y cirujano mayor Diego Paroissien, quién formó al personal sanitario.
Hombres como el Sargento Mayor Antonio Alvarez Condarco realizaron exploraciones de terreno y se ocuparon de difundir rumores entre los realistas para confundirlos.
Pero la falta de fondos dificultaba la importación de armas, munición y otros insumos. Aumentar los impuestos no alcanzaba, pues además se carecía de una Flota.
Era necesario fabricarlo dentro del propio territorio. Materia prima no faltaba, tampoco trabajadores. Solamente se necesitaban cuadros que los capacitaran y organizaran.
El vestuario fue confeccionado por las damas mendocinas, con tejidos creados con lana procedente de San Luis, procesada en un batán dirigido por un chileno emigrado llamado Dámaso Herrera.
Soria, Diego
Alejandro. "Las campañas militares del General San Martín". Laborde
Editor. Rosario. 2004. Pp 35 a 43
Lynch, John. “San
Martin, soldado argentino, héroe americano”. Crítica. Buenos Aires. 2009. Pp 121 a 137
Pigna, Felipe.
“La voz del gran jefe”. Planeta.
Perón, Juan
Domingo. “Apuntes de Historia Militar”. Ediciones de la Reconstrucción. Buenos
Aires. 1951. Pp 94