domingo, 15 de agosto de 2021

El General San Martín y la Industria Nacional

        La Campaña Libertadora planeada por San Martín tuvo lugar en un contexto de conflictos internos y la amenaza de un ataque realista. Su plan, que requirió casi 3 años de preparativos, lo llevó a ser nombrado Gobernador de Cuyo, cargo que asume el 7 de Septiembre de 1814. 


        Sin descuidar la economía de la región, se ocupó de entrenar y equipar al ejército, que tendría base en El Plumerillo, a 5 km de la ciudad de Mendoza. Pero el dinero escaseaba, al igual que las personas, la región tendría alrededor de 40000 habitantes, la economía se había frenado ante el cierre de mercados chilenos y sobre todo, ante la apertura del comercio con Inglaterra.

        El General Perón, en su libro "Apuntes de Historia Militar" dice: “El Ejército de los Andes fue creado de la nada, fue necesario fabricarlo todo y para ello dentro de la falta absoluta de medios”

        

        Son muy conocidas las medidas para recaudar fondos, entre las que se incluyen donaciones, subas de impuestos y hasta confiscaciones a españoles. El mismo General renunciaría a parte de su salario en pos del esfuerzo bélico.

        En cuanto a gobernador, se encargó de llevar adelante la salud, obras públicas, y la educación. Su rol de General lo llevaría además a organizar todos los aspectos del Ejército, tomando un papel central en la capacitación de sus oficiales y soldados. Si bien organizó la logística, también delegó ciertas áreas en personas que poseían el conocimiento necesario para llevarlas adelante.

        El sector de sanidad fue conducido por el coronel y cirujano mayor Diego Paroissien, quién formó al personal sanitario.

    Hombres como el Sargento Mayor Antonio Alvarez Condarco realizaron exploraciones de terreno y se ocuparon de difundir rumores entre los realistas para confundirlos. 

    Pero la falta de fondos dificultaba la importación de armas, munición y otros insumos. Aumentar los impuestos no alcanzaba, pues además se carecía de una Flota. 

    Era necesario fabricarlo dentro del propio territorio. Materia prima no faltaba, tampoco trabajadores. Solamente se necesitaban cuadros que los capacitaran y organizaran.

    El vestuario fue confeccionado por las damas mendocinas, con tejidos creados con lana procedente de San Luis, procesada en un batán dirigido por un chileno emigrado llamado Dámaso Herrera. 

  Y la creación del arsenal fue dirigida por... un sacerdote: Fray Luis Beltrán, quién tuvo a cargo a más de 700 operarios. En sus talleres se fundieron cañones, balas, herraduras y todos los accesorios utilizados en la campaña. Alvarez Condarco además dirigió la fábrica de pólvora.

        Habiendo leído varios libros sobre San Martín, y sobre todo acerca de la Campaña Libertadora, algo que me llamó la atención es que casi ni se menciona que para aquella campaña se fundó lo que podríamos llamar la primer industria nacional que tuvo nuestro país. Sin bicicleta financiera, sin importar bienes, sin planes sociales. Fue un pequeño complejo militar-industrial que tuvo impacto en la economía regional, pues, si bien se habían aumentado los impuestos, los mismos, al ser bien aplicados, habían revitalizado a la provincia, razón por la cual el General sería premiado con una hacienda.



        Hoy día no tenemos amenaza de invasión, al menos no inmediata, pero vamos en dirección opuesta a la de la región de Cuyo de aquella época. En parte quizá por ciertas cuestiones que el mismo San Martin vió en su momento, y que comenta en sus cartas: 

        "Los ricos y los terratenientes se niegan a luchar, no quieren mandar a sus hijos a la batalla, me dicen que enviarán tres sirvientes por cada hijo solo para no tener que pagar las multas, dicen que a ellos no les importa seguir siendo colonia. Sus hijos quedan en sus casas gordos y cómodos, un día se sabrá que esta patria fue liberada por los pobres y los hijos de los pobres y los negros que ya no volverán a ser esclavos de nadie".

        "tengo 130 sables arrumbados en el cuartel de Granaderos a Caballo, por falta de brazos que los empuñen".     

    Solo que ahora se arrumban las herramientas, no solo por falta de trabajo, sino de gente que, para ciertos trabajos que son algo sacrificados, quiera capacitarse y trabajar.
        A ello sumemosle el mal uso de los altísimos impuestos que tenemos y que la dirigencia, sin mirar a ningún partido en especial, no sabe seleccionar bien a sus asesores, ni aprender de errores del pasado, y tampoco piensa en hacer algún tipo de sacrificio, tal como siempre lo hizo el General.

Fuentes:

Soria, Diego Alejandro. "Las campañas militares del General San Martín". Laborde Editor. Rosario. 2004. Pp 35 a 43

Lynch, John. “San Martin, soldado argentino, héroe americano”. Crítica. Buenos Aires. 2009.  Pp 121 a 137

Pigna, Felipe. “La voz del gran jefe”. Planeta.

Perón, Juan Domingo. “Apuntes de Historia Militar”. Ediciones de la Reconstrucción. Buenos Aires. 1951. Pp 94